La muestra vital del hambre por la palabra de Dios
Es muy común que alguien que se encuentra enfermo pierda su apetito. De hecho, cuando una persona está sumamente grave, el médico por lo regular hablará con los seres queridos y les dirá: “Intenten que coma algo. Si se va a recuperar, necesitará comer”.
Lo mismo ocurre cuando alguien está espiritualmente enfermo. Pierde su apetito por las cosas espirituales. Pierde su apetito por la Palabra de Dios. De hecho, cuando usted ve a un creyente perder el hambre por la Palabra de Dios, es una muestra segura de que esa persona necesita un avivamiento.
Por lo menos tres veces en Salmos 119, el salmista nos dice que una de las maneras que Dios lo avivará cuando se encuentre espiritualmente débil será a través de Su Palabra.
En el versículo 25 nos dice: “Abatida hasta el polvo está mi alma; ¡vivifícame según tu palabra!” (RVR1995)
En el versículo 107 nos dice, “¡Afligido estoy en gran manera! ¡Vivifícame, Jehová, conforme a tu palabra!” (RVR1995)
Y después en el versículo 154 nuevamente dice, “Defiende mi causa y redímeme; vivifícame con tu palabra” (RVR1995).
Si usted va a ser avivado, será en gran parte de acuerdo a o a través de la Palabra de Dios.
De hecho, lo que el salmista literalmente está diciendo es: “Dame vida. Reavívame a través de Tu Palabra”.
Cuanto más se alimente de la Palabra de Dios, más hambre tendrá de ella.
De manera que una muestra vital de la vida espiritual es el hambre, el apetito, por la Palabra de Dios. Hay un hambre renovada hacia la verdad espiritual cuando usted es avivado. El alimentarse de Su Palabra le dará más vida, le dará más fortaleza, y le dará vitalidad espiritual.
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