Fresco y no Marchito
Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él. Jueces 16:20
Cuando se compra flores para alegrar a un ser querido, es de vital importancia que las flores estén frescas y tengan color, en lugar de estar marchitas y descoloridas.
Cuando se trata de mostrar amor y respaldo de esta manera, ¡lo fresco cuenta! Queremos un ramo de hoy, y no uno marchito y seco. Cuando nos apoyamos en los logros espirituales de nuestro pasado, corremos el riesgo de marchitarnos espiritualmente.
Sansón pensaba que podía vivir en sus victorias pasadas. En su vida había matado un león, derrotado a mil filisteos, y se había llevado a cuestas los portones de Gaza. Un día se despertó atado y rugió: “Me libraré de esto.” Lo había hecho antes. Lo haría de nuevo. Pero durante la noche el Señor se había apartado. La fuerza espiritual de Sansón se había agotado.
¿Cómo puede usted mantenerse fresco en la vida cristiana? Empiece cada día dependiendo en el Señor para toda parte de su vida: Su trabajo, su hogar, su iglesia y su entorno. Pídale cada día una perspectiva fresca y un nuevo comienzo. Busque creyentes que le cuenten lo que han aprendido y como lo aplican a sus vidas. ¡Estos pasos le darán a su vida espiritual una nueva vitalidad!
Amén gloria a Dios.
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