Como anda a solas tu tiempo con Dios?



A propósito puedo hacerte una pregunta: ¿Cómo anda el tiempo que pasas a solas con Dios? ¿Permaneces quieto delante de Dios el tiempo suficiente, como para escuchar la voz de Dios? 
Estar ocupado es el mayor enemigo de la intimidad con Dios. 
La intimidad de la lejanía del desierto y la del Monte Horeb, se convirtieron en el megáfono que Dios utilizó con Moisés. ¿Fue Moisés el único que atravesó este tipo de experiencia? No, también Pablo experimentó un tiempo en privado con Dios en el desierto de Arabia. Fue allí donde Dios le dio instrucciones al apóstol en cuanto a las características de su misión, de su mensaje y del llamado que tenía para su vida. Un llamado purificador El llamado de Dios es personal y privado, pero también es un llamado purificador. 

Dios le dijo a Moisés: «...quita tu calzado de tus pies, porque el lugar donde tú estás, tierra santa es». El llamado de Dios te apartará de una manera especial, muchas veces sin que te des cuenta. Es purificador y por lo tanto cambiará toda tu vida, porque percibirás que la mano de Dios está sobre ti y que te ha apartado para hacer algo singular para Él. El llamado de Isaías se llevó a cabo tocándole los labios y purificando el alma. 
El hecho de saber que Dios te ha señalado para realizar una tarea especial, tiene un efecto purificador en la vida. Purificará tus pensamientos, tus palabras y tus acciones, y sabrás que nunca podrás volver a ser el mismo que antes. 
Recuerda: «Gracias al Calvario ya no vivimos más aquí». Un llamado particular La Biblia enseña claramente que Dios tiene una tarea particular diseñada especialmente para cada uno, o quizá lo podamos expresar de la siguiente manera, una tarea para la cual tú fuiste especialmente diseñado a fin de llevarla a cabo. El llamado particular de Dios está hecho a tu medida. Esa es la razón por la cual el apóstol Pablo dijo que Dios lo había separado desde el vientre de su madre. Separar significa «apartar» o «señalar». 
Dios le dio a Moisés todas las características, todas las habilidades y todo el trasfondo necesarios para que llevara a cabo su voluntad, liderando a la nación de Israel. El llamado de Dios para Moisés estuvo hecho a su medida. 

Tú eres muy, pero muy especial para Dios y Él tiene un llamado muy particular para ti. Uno de los mayores desafíos que enfrentamos consiste en dejar de lado nuestra propia voluntad, diciendo: «Dios, ¿cuál es el llamado particular que tienes para mí?»

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