Escudriñando las Escrituras
Después de que Pablo predicara el evangelio en Berea, las personas de ahí hicieron algo que otros no habían hecho: escudriñaron las Escrituras.
Estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. (Hechos 17:11 LBLA)
De acuerdo al siguiente versículo, el resultado de escudriñar fue que muchos de ellos creyeron.
Jesús dijo en Juan 5:39: “Ustedes examinan las Escrituras porque piensan tener en ellas la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio de Mí!” (NBLH).
Una vez escuché a un creyente judío compartir su testimonio. Su hija, quien se había convertido al cristianismo, le desafió a leer el Nuevo Testamento.
Comenzó a leer el libro de Mateo y se asombró al darse cuenta de que muchas de las referencias del Antiguo Testamento sobre el Mesías fueron cumplidas por Jesús.
Aunque inicialmente su razón de escudriñar las Escrituras fue probarle a su hija que estaba equivocada, sin embargo, terminó entregando su corazón a Cristo. ¡Las Escrituras testifican de Jesús!
Búsquelo al leer las Santas Escrituras, y exhorte a otros a que hagan lo mismo.
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