Dios te provee de su benevolencia y bondad
En esa espantosa mañana del viernes, que irónicamente se ha dado a conocer como "Viernes Santo", Jesús es un enredo ensangrentado e hinchado. La mayoría de sus amigos huyó de prisa hace horas, dejándolo solo para enfrentar la agonía física de la crucifixión, la angustia emocional de una muchedumbre burlona y el horror espiritual de la separación de Dios el Padre.
Sin embargo, durante toda esta pesadilla Jesús ha respondido, bueno, de manera extraña. En el camino hacia su ejecución se ha detenido para consolar a un grupo de mujeres afligidas. Ha usado su poco aliento para orar por aquellos que han sido tan despiadados con él. Ha demostrado compasión y perdón a un criminal que muere a su lado. Y se ha esforzado por ver que su afligida madre sea cuidada por un amigo.
En los tiempos más difíciles, Jesús modela la benevolencia y la bondad. Y debido a que su Espíritu vive en nosotros, también tenemos la capacidad de usar la tragedia personal como una oportunidad para cuidar de los demás.
La promesa de Dios para mí
*Aquellos controlados por mi Espíritu serán marcados por la benevolencia y la bondad puras.
Mi oración a Dios
Haz que tu benevolencia y bondad fluyan a través de mí, Señor. No es natural para mí pensar en los demás o en glorificarte cuando mi vida está llena de dolor. Enséñame a vivir sobrenaturalmente. Quiero ser abnegada como tú, Jesús - siempre buscando bendecir a otros.
Gracias por esa reflexión.
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