Nuestra entrega a Jesús
María, la muy joven, madre elegida de Jesús, pronuncia una de las declaraciones más valientes de todas las Escrituras. La respuesta al anuncio del angel que el mundo de María fue interrumpida con el plan del cielo, María claramente dijo, "He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra" (Lucas 1:38).
Una "sierva" era alguien que pudo haberse ido libre, pero en su lugar eligió quedarse y servir a su amo. María voluntariamente eligió ofrecer temporalmente alojar al Salvador del mundo porque ese era el deseo de Dios. Cuando su mundo chocó con el deseo supremo de Dios, María murió a sí misma y se sometió a Dios el Padre.
¿Cuándo fue la ultima vez que citaste Lucas 1:38? ¿Dios te ha pedido algo difícil de ti últimamente? ¿Cómo ha respondido usted?
Cuando Dios requiere a uno de Sus hijos que rinda su voluntad y su forma para Su plan, que es mejor, generalmente es una lucha de la voluntad humana. Desafortunadamente, en lugar de responder con la madurez y sabiduría de la joven María, nos quejamos y reclamamos. Algunos de nosotros incluso tenemos la audacia de cuestionar si Dios incluso sabe o no lo que está haciendo.¿Qué ha pedido Dios de usted? ¿Él le ha pedido que ame a una persona difícil? Tal vez Él te ha pedido que críe a un niño con necesidades especiales, o que sirva a un jefe desinteresado. Dios está buscando siervos: hombres y mujeres que estén dispuestos a servirle a Él por amor. Dios está buscando a aquellos que voluntariamente se sometan a Sus caminos y planes simplemente porque su corazón pertenece completamente a Él. ¡Dios desea hombres y mujeres que le permitan a Él interrumpir sus vidas cómodas con Sus planes increíbles! Es un llamado a ser siervos.
El corazón puro de María y su resolución final fueron declaradas en las palabra de su declaración, "... Qué sea hecho conmigo acorde a tu palabra". ¿Es esa la resolución de su corazón también? Cuando tu voluntad entre en conflicto con la Palabra de Dios, la Palabra de Dios debe ganar a todo costo. Como María, arregle este problema de la voluntad humana y la autoridad de la Palabra de Dios hoy. Yo declaro con María que, en mi vida, será hecho conforme a la Palabra de Dios, porque soy Su sierva.
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