Alabado sea el Señor
Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Salmos 112:1 ¡Alabado sea el Señor! Dentro de esas tres palabras está el poderoso comienzo y el fundamento de una vida bendecida. Se inicia con saber quién es Dios y alabarlo. La alabanza es siempre un punto de partida. Significa agradecimiento. Es por eso que damos gracias antes de una comida y comenzamos las reuniones de la iglesia con canciones de alabanza. Jesús comenzó a agradecer a Dios antes de que Lázaro fuera levantado de entre los muertos, y Moisés alabó a Dios antes de dividir el Mar Rojo. A la naturaleza humana le gusta esperar hasta que se recibe una respuesta, pero la bendición comienza con la alabanza. La Palabra de Dios nos dice "Vengan a las puertas de su templo; ¡denle gracias y alábenlo!" (Salmo 100:4 - TLA). Sin embargo, alabar al Señor no se limita al hecho de cantar algunas canciones una vez a la semana en un servicio religioso. La adoración es un e...