Ministerios La Samaritana

La Navidad constituye la promesa de que Dios vino a la historia y que misteriosamente viene día tras día, y algún día vendrá en gloria. Dios dice a través de Jesús que, finalmente, todo estará bien. Que nada puede dañarlo para siempre, que ningún sufrimiento es irrevocable, que ninguna pérdida es eterna, que ninguna batalla es para siempre y que ninguna desilusión es decisiva. Jesús no negó la realidad del sufrimiento, del desaliento, de la frustración y de la muerte. Simplemente anunció que el Reino de Dios conquistaría todos estos horrores, y que el amor del Padre es tan pródigo que ningún mal podía resistírsele. La Navidad es una visión que le permite al cristiano ver más allá de lo trágico de su vida. Es un recordatorio de que se requiere la risa de Dios para evitar tomarse el mundo demasiado en serio.  La ley cristiana de la levedad postula que cualquier cosa que caiga en la tierra volverá a levantarse. La risa de Dios es su acto amoroso de salvación, y la risa cristian...

1 Samuel 30:6  contiene una preciosa verdad : Y David estaba muy angustiado porque la gente hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba amargado, cada uno a causa de sus hijos y de sus hijas. Pero David se fortaleció en el Señor su Dios.  (NBLH) Fíjese que este versículo comienza diciendo:  “David estaba muy angustiado”,  pero termina de esta forma:  “David se fortaleció en el  Señor ”  (NBLH). Está bien llorar pero, cuando termine, necesita fortalecerse. Está bien lamentarse, está bien expresar sus emociones pero, cuando termine, necesita fortalecerse en el Señor. Usted necesita conectar con Dios de cualquier manera que sea la mejor para usted. Si es levantando sus manos y adorándole, entonces haga eso. Si es metiéndose en Su Palabra (lo cual yo sugiero que todos hagan) y pasando un tiempo alimentando su espíritu, entonces haga eso. Si es recordando cómo Dios le ha ayudado en el pasado, entonces haga eso. Personalmente, creo que...

La acción de María es el resultado de su total disposición al plan de Dios, manifiesta ya en su anuncio: “Hágase en mí según tu voluntad”.  Lucas 1:26-38 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.  Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería ésta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.  Éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.  Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto?...